Debo tal vez admitir
que el único buen motivo
que tiene, vida, mi vida
para no estar aún contigo
se basa en el mas atroz
y falaz de los sentimientos
por pocos o muchos momentos
la excusa es el miedo, mi amor.
Miedo insensible, ya se
que es miedo, sin dudas en vano
pues qué pueden hacerle tus manos
a las mías si hablamos de amor.
Entonces le debo disculpas
al corazón que me dijo al oído
tres primaveras antes de aquí,
que debía quedarme contigo.
Pero para continuar
Pintando los peces de estrellas
me animo y le pregunto a tu mundo
¿Cómo empieza la historia más bella?
Amiga mía, qué dices si digo
que quiero, dos puntos mediante,
pasear de tu mano, es decir,
que quiero que seas mi amante,
mi noche, también mi verdad,
mi amor, mi mujer y mi guía
el mayor de mis bienes, mejor,
la mejor de mis compañías.
Y no te pido el mundo ni el cielo
solo quiero robarte dos besos
y llenarnos de mimos, si quieres,
por los próximos 15 minutos.
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