Beltane ))O((

Amanece y el nuevo sol

renueva las aguas y el suelo,

desciende el amor de los cielos

bendita en la tierra es la unión.

Latidos desde el corazón

de Gaia, simulan tambores.

Los altares se visten de flores

todo esta noche es amor.

Las velas de verde color,

acompañan la ofrenda sagrada

leche y miel, para duendes y hadas

bendiciones para el nuevo ser

que en el próximo atardecer,

será abundancia vestido de frutos

y este ciclo de eternos minutos

comenzará a gestarse otra vez.

Se besan el Dios y la Diosa,

de camino a la fiesta del sol,

en cada ser la unión es sagrada

bendiciones de luz y de amor.

 

Llena de flores tu hogar, enciende un fuego de amor. Abraza a tus hermanos, bésate en la boca. Reconoce que al final (como al principio) no hay diferencias entre tu y los demás… Somos reflejos constantes, chispas que vienen y va, aprovecha este momento para unirte a otras chispas como tú y así encender nuevamente el fuego sagrado.

 

La tierra es una.. el amor la única religión, el corazón el único lenguaje y la humanidad la única raza..

Te abrazo y me fundo en ti.

Te amo, y en este amor me entrego.

Bendiciones… Bendiciones.

Extraño proceder del corazón

Me he quedado detenido nuevamente
pero es encantador el sentimiento,
te vi reír,  luego reí contigo,
fue mágico vivir ese momento

Te marchaste poco antes de las 3
llevándote mi sueño bajo el brazo.
Mis dudas y los miedos al fracaso
le ganaron a mis ganas otra vez.


Por algo fui a encontrarte, no lose
el tiempo tal vez tenga una razón,
casualidad, destino, salto de fe...
es extraño el proceder del corazón.

Será este espacio, una búsqueda o tal vez
sea esta gran necesidad de dar un giro,
de cambiar, de morir o de nacer,
o tan solo es que volví a soñar contigo.



(Imagen: www.inkkymomoko.blogspot.com)

12 de Octubre - Amanece

Amanece, Dios aún no ha perdido la fe en nosotros.

Mi madre tiembla bajo mis pies, nos pide que no la olvidemos, especialmente hoy, no la olvidemos.

Que no sea necesario el acero y la pólvora para recordar a aquellos que lloraron en silencio, al ver la tierra que sus abuelos ceremoniaron, sumida en cenizas, codicia y abandono.

Que no volvamos a vivir aquel dolor, aquel desprecio, aquella indiferencia.

Amanece, nace una nueva flor y los gorriones juegan en mi ventana... La tierra nos ha perdonado hace tiempo.

Tal vez es hora de mirarnos al espejo y reconocer en esos ojos a aquellos hermanos que lucharon y a aquellos que invadieron, porque finalmente somos todos, conquistadores y conquistados, víctimas y victimarios de este andar tan frío que por momentos parece definir a toda la raza.

Tal vez sea hora de salir a la calle, y comenzar a tratarnos con respeto. A reconocer que no existen diferencias verdaderas, que todo lo que nos separa o nos “distingue” solamente es superficial, porque en nuestra esencia somos uno, somos todos, los que fuimos aquel octubre, los que somos hoy, los que seremos.

Tal vez sea hora de abrazarnos, de dejar las banderas y los títulos de lado, reconocernos como hermanos… y finalmente… como pares.

Amanece, un nuevo niño nace… una madre llora de alegría, La vida aún confía en nosotros.

Entonces tal vez debamos festejar la vida, y ponernos al servicio de aquellos que más nos necesitan, defendiendo la vida, ante todas las cosas.

Tal vez tengamos una nueva oportunidad de extender la mano, de recordar con conciencia, de construir en paz.

Tal vez podamos al leer estas palabras, aunque sea por un instante, reconocer que somos la herramienta, el fin y el medio por el cual el amor sanara todas las heridas por tantos años construidas, y así un día despertar y no saber si es 12 de octubre, 2 de abril, o 9 de julio… porque los corazones que han sido sanados por el amor, poco les importa recordar las fechas… a fin de cuentas, cada día es un buen día para Amarnos.

Te debo una canción...

Hace tiempo que te debo una canción

y esta dulce lluvia de primavera

le ha marcado a mi sonrisa la primera

parada a un septiembre que pasó.

En las fotos que he sacado a mi jardín

he encontrado tu perfume mixturado

entre almohadas de motel, un vino añejo

y otros versos que aún el viento no ha borrado.

Te debo todo un libro, una novela,

que termine con tanta fantasía,

que deje en claro al mundo del amor,

que enamorarnos fue una hermosa travesía.

Te debo una canción, puntos aparte,

nunca fui bueno cumpliendo mis promesas,

le pondré un par de besos de color

a las flores que deje sobre tu mesa.