Luego de
soñarte desperté.
Angustiado,
agote el vaso de agua sobre mi mesa de luz de un solo trago y comencé a
preguntarme, como tantas veces, ¿por qué
sigues aquí, por qué regresas?
Di dos
vueltas en la cama, no pude con la duda y salí a buscarte… que es una forma de
decir que me levante, sin encender ninguna luz y me senté frente a la computadora.
Y en ese
mundo de contraseñas y teclas rotas, busque lo que el recuerdo aún me
permitiera encontrar de ti. Revise nombres, y carpetas, imágenes y releí
unos 20 escritos de aquél entonces… pero pese al sol que comenzaba a asomar por
mi ventana, no apareció una sola pista de ti.
¿Dónde
estás?, me pregunté en vos alta, y el perro me miro algo molesto por
despertarlo.
Agache la
cabeza, encendí un cigarrillo y aunque no acostumbro a fumar en la cama me
tendí a esperar que el humo me ayudara a dormir.
¿Qué
sentido tiene esta búsqueda de ayer? Si he pasado años borrando cuanta hebra de
memoria te nombraba… di una pitada más.
El humo
solo aumentaba el tamaño de mi pieza y en la falta de costumbre al intentar
apagar el pucho la braza callo sobre la mesa de luz, dejando una marca negra en
la cubierta del libro que leo antes de dormir.
La
situación me arrebató una sonrisa, exhalé lo que quedaba del humo en mis
pulmones y entonces comprendí, que no hay un dónde buscarte, simplemente porque
estás aquí.
Cerré los
ojos de nuevo, acomodándome en mi almohada y todo volvió a suceder frente a mi.
Maradona festejando
los goles ante Francia, “podríamos estudiar derecho juntos”… una pizza de la
masa, ¿con o sin huevo?, ese banco de la plaza… mis zapatos siempre lustrados y
tu sonrisa… allí estas, escuchando por enésima vez que soy hincha de boca por
herencia…
Allí estás,
y no puedo dejar de reír.
Que alivio
siento, el sueño regresa lentamente… Aquí estás, sigues conmigo… al menos la que fuiste en ese entonces vive
aquí, en lo que soy, aunque la que eres esté quién sabe dónde.
Y como no
vas a estar si aún me confundo al contar 90 días, y pienso cada tanto en los
mellizos y en sus rubias cabelleras.
Aquí estas,
vuelvo a dormirme con una sonrisa y en paz, porque el amor… el amor es para
siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario!