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30 abril, 2013

Plegaria de muerte.


Perdóname Madre, tu que vives en mí, porque en mi descuido te he expuesto a maltratos, insultos y situaciones despreciables que distan de ser dignas de su dulzura.

Perdóname Padre, tu que vives en mí, porque en mi ignorancia he pronunciado juicios en tu nombre, he atacado a mis hermanos, me he sentido menos e incluso más que ellos y nada de esto forma parte de tu divina verdad.

Perdóname madre, tu que eres mi cuerpo, porque en mi andar dormido por el mundo, te he apartado de los ciclos naturales, abandonándote en ambientes nocivos, en largos días de rutina sin descanso, en noches grises llenas de humo y faltas de arte.

Perdóname padre, tu que eres mi mente, pues he confundido sabiduría con conocimiento y en mi afán de acercarme a ti, me he alejado del centro divino en el que todo se comprende desde la única mente que concibes para nosotros, es decir, desde el corazón.

Perdóname madre, tu que eres el amor, porque en mi mecánica carrera por satisfacer necesidades de toda índole, he realizado los más crueles actos contra mis hermas, siempre con la bandera del amor que eres, y que en verdad he sido incapaz de sentir.

Perdóname padre, tu que eres el silencio, porque he aturdido con sonidos desagradables los espacios más sagrados de mi ser, porque me he negado a tu bendición de soledad y porque he destruido la calma con escritos y reproches, cada vez que te posabas sobre mi almohada.

Perdóname madre, tu que eres mis ojos, por mantenerte despierta tantas horas sin ningún motivo, por negarte los colores vivos del campo y someterte a las 18 pulgadas de mi monitor, hora tras hora, día tras día.

Perdóname Padre, tú que eres mis pies, por negarte el contacto con la tierra los Domingos, por forzarte a descansar más de la cuenta, por no recorrer contigo las distancias que me separan de aquellos a quien tanto extraño.

Perdóname madre, tu que eres mis manos, por no ser sincero con tu tiempo de creación, por no entregarme al parto de tus historias cada día. Perdóname por no poder ver cuán maravillosas son las obras que tu luz me obsequia por entre mis dedos. Perdón por haberlas usado para blandir espadas en lugar de destinarlas para sanar, perdón por haberlas usado para separar en lugar de abrazar, de unir, con ellas.


Perdóname Padre, tu que eres mi voz, por lanzar tus canciones al olvido, por no dejar estallar las danzas de las hadas en mi pecho y por utilizar tu poder para manipular el camino de mis hermanos, como así también para destruir los sueños de aquellos, que en su debilidad, se acercaron buscando consejo.

Perdóname madre, por haber sido incapaz de reconocer el amor, perdóname padre por no tener el coraje de entregarme a tus brazos y fluir así con el camino que hemos pactado para mí.

Perdónenme ustedes que son la vida eterna y la muerte constante, porque en mi ceguera me encuentro en el umbral que no me permite estar ni de un lado ni del otro, perdónenme por no saber explotar los dones que me han otorgado.

Pero ante todo, Madre, Padre, les pido me perdonen porque a pesar de mi suplica esta noche, lejos estoy de poder cambiar algo de lo que soy.

Perdónenme por venir a morir ante ustedes hoy, recíbanme en sus brazos, caminaré con mi padre hacia la oscuridad. En una profunda agonía, el invierno se acerca y a él me entrego.

Perdóname madre y cárgame en tu vientre, para poder ver la luz nueva en Yule, para volver a nacer a la vida del mundo que quieres y creo posible. Cárgame y renuévame madre, como la tierra absorbe la sabia para regenerarla, regenérame y tráeme luego a la vida nueva.

La sangre paga a aquella que me recibirá, la sangre paga a aquél que me transformará. El gesto de morir inicia el viaje hacia la oscura noche. Como una flor que se congela lentamente, conforme el fuego se extingue, también me extinguiré. 


Madre camino de tu mano,
Padre muero contigo.
Luces negras por hoy,
Oscuro es el nuevo camino

En la hora inicial de la noche,
y el primer rayo de sol mañana
Vida y muerte un mismo trazo son
Del espejo en que brilla mi alma.

Sangre para el viaje
Sangre para el viajero
La puerta está abierta
El viaje comienza conmigo.

En amor y en armonía
Muero porque todo es eterno
Renaceré porque todo debe morir
Respiro… Muero… Respiro.

18 abril, 2013

Tu Imagen.


Como si nada mas existiera
que el preciso momento,
en que la claridad de tus ojos
detiene ante todos el tiempo.

La copa de vino en tu mano,
tus labios que saben a uva
y el humo de un cigarrillo
que al respirar te desnuda,

perfecta es la imagen que veo,
aunque solo se ve con el alma.
El saberte tan plena y feliz
me regala otro soplo de calma.

Que al mundo veremos cambiar
y seremos de nuevo testigo
de otro salto a la luz, al amor.
Donde estés, yo te llevo conmigo.

16 abril, 2013

Rito




De alguna forma debe ponerle fin.

Este aparato de existencia incontrolada lo asfixia, no puede ver entre tantas dudas y sus personalidades juegan al laberinto, perdiéndolo y encontrándolo al segundo siguiente.

Ni siquiera puede jactarse de sentir dolor, porque las emociones se han alienado hace tiempo ya.

De alguna manera debe ponerle fin a este tormento.

Mira a su alrededor, bebe un sorbo mas de vino, se lamenta. Va a extrañar este lugar tan suyo, en verdad va a extrañar esas paredes, esos cuadros.

Deja la copa en la entrada, se descalza y entra casi sin respirar. Traza el círculo de sal a su alrededor como lo hiciera aquella vez, tantas vidas atrás. Lleva la misma túnica, tantos siglos después, las mismas marcas, las mismas dudas.

El cuchillo reluce frente a el, las velas comienzan a consumirse, y entre miedos y excusas intenta darse coraje, al menos una vez mas.

Se postra frente al fuego, arroja una bolsa a su interior y el humo se vuelve amargo y espeso. Sus ojos lloran y su pecho comienza a cerrarse, pero se pone de pie obligándose a respirar, sabe que es la única manera de hacer que todo termine.

Se seca las lagrimas, no puede distinguir si se deben al humo o a la despedida anticipada de su alma. Toma el cuchillo entre sus manos. Respira profundo y le pide a la Diosa que lo guíe por ese camino nuevamente, que no le falle la voz, que no lo deje caer ante el miedo.

Abre los ojos y de cara al cielo pronuncia las palabras correspondientes, su voz resuena a su alrededor, y esa puerta que no debería ser abierta comienza a ceder lentamente.

Invoca, invita, evoca y el fuego se vuelve rojo, como si algo lo alimentara ciegamente.

Deja caer su túnica y su desnudez se distingue como un pálido brillo en la oscura noche. Se arrodilla nuevamente y sin dudarlo cruza el filo del cuchillo por su palma derecha, el dolor parece imaginario, mientras la sangre comienza a cubrir la hoja. Debe pagar su entrada... la magia, y sobre todo una tan oscura, tiene su precio.

"Sangre para aquella que da vida" y el cuchillo se clava en la tierra. "Sangre para aquel que transforma" y la herida de su mano comienza a derramarse sobre el fuego.

Sale por un instante del trance... el aroma de la sangre entre las brasas le recuerda aquella historia. Seca nuevamente sus lagrimas y quita el cuchillo del suelo.

Una última mirada al cielo, algunas imágenes se cuelan ante sus ojos... Recuerdos, vanos recuerdos, nada a lo que aferrarse, ya casi termina.

Respira profundo, pronuncia con exactitud la última frase y el tiempo se detiene. Un rápido movimiento y la afilada hoja del cuchillo se pierde entre su vientre, un leve giro de sus manos y su cuerpo cae rendido por el dolor.

Comienza a sentir el frío en su cuerpo contrastando con la sangre que fluye de la herida como agua por un canal, las hiervas en el vino han dado resultado.

Una extraña paz lo envuelve, ya no puede moverse y la noche comienza a clarear... "es la hora justa madre, gracias por acompañarme hasta aquí".

Conforme sus ojos se cierran la vela blanca frente a el comienza a extinguirse... Crujen las pocas brasas del  fuego que también comienza a despedirse.

Poco después sale el sol, y sobre el páramo, tan solo queda un círculo difuso de sal, algunas cenizas y una túnica roída por el tiempo. Está hecho... está hecho.


12 abril, 2013

Construiré...


Construiré un mundo donde tu risa,
pueda descansar desnuda sobre el tiempo,
un lugar donde no pase un momento,
sin que la alegría rime con tus pasos.

Voy a construir un mundo con abrazos,
besos, sueños, y palmeras de colores.
Voy a eliminar los sinsabores
que le quitan la magia a lo que fuimos.

A ese mundo voy a llevarte conmigo
para lo que sea que debamos vivir,
y aunque  lo nuestro no puede proseguir
tú ya habitas en el fondo de mi alma,

y este amor me obsequió la calma
De saber que nunca te olvidara
Es otoño, la muerte viene en camino,
a fondo blanco brindo, una vez más.

08 abril, 2013

Brindo. (Para describir lo que siento)

Para describir lo que siento
me sobran tres años de olvido
dos recuerdos, "bienbenito",
y un par de mellizos después.

Es que he vuelto a verte otra vez
y en el conjugar de tu risa
recordé aquella cornisa
que saltamos una vez,
cuando creímos ser tres
y entre lagrimas y antojos,
mirándonos a los ojos
"sera lo que deba ser"

Entonces con este café,
que se enfría poco a poco,
brindo a la salud de los locos
que aquel 25 de abril
en un encuentro febril
se juraron todo y nada.

Brindo a salud de las hadas
que hoy dibujan tus pasos,
brindo por los besos y abrazos
que te he visto, en amor, regalar
y brindo para no olvidar
que en su gracia la vida
volvió mía tu alegría,
y aunque suelo renegar

triste e inútilmente,
al verte fumar otra vez
brindo, porque como ves
el amor es para siempre.

"Recuerda que es mejor si la cantas con tu vos... ves, ahí suena mejor"

04 abril, 2013

Quisiera (Feliz Cumpleaños)

Quisiera,
en el día de tu cumpleaños,
que todo lo que hiere y hace daño
esté lejos de ti, eso quisiera.

Quisiera tener la verdad primera
para regalarte la alegría
de la magia y que la vida
se conjugue hoy en tus pasos.

Quisiera ser ese abrazo
sin distancias ni momentos,
ser la luz de algún encuentro
o el por que de algún amor.

Quisiera borrar el dolor
con una canción y una copa
o vestirte con el mar de notas
en que a desahogas lo que sientes.

Pero la vida y su camino avanzan
y mientras voy escribiendo sigo
encontrando razones para poner
mis mejores deseos contigo.


"Donde quiera que estés, te gustará saber..."

03 abril, 2013

Abril, Otra vez...

Las nubes teñidas de rosa
me obsequiaron esta mañana
un dulce trinar de campanas
que logré confundir con su risa.

Y apresurada la brisa
me obligo a salir de la cama
"puedes ver el recuerdo que amas
mas allá de esta pared"

Entonces, dos mates después,
le escribo a su bella sonrisa,
a los cuadros de su camisa,
a lo que pudo ser y no fue,

al aroma de un saco de té
compartido en dos tazas vecinas,
a las series que ahora terminan
y siguen rezando "erase una vez",

Escribo, una luna después,
porque no llegará ese mensaje 
ni un buen día o ni un hasta mañana.
Escribo, es Abril otra vez.

"Las violetas que coronan tu tristeza...
Abril, otra vez, para que no tengamos soledad"