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31 mayo, 2013

Epifanía

El amor tiene estas magias, estas marcas divinas, estos símbolos. Estas claves que quedan guardadas en algún rincón, en alguna marca de ropa, en el aroma de alguna comida en particular o en una nota escondida en la tarjeta de memoria del celular.

Son como recuerdos... pero a diferencia de los recuerdos, no evocan una situación en particular, sino que dan un sabor bien definido a lo que acontece cada vez que se activan.

Puede sonar a maldición o a moderno elemento de tortura, pero nada dista mas de la realidad (al menos en mi), pues estas señales claras que lo que fuimos me ha dejado, es parte de eso que siempre seremos, porque el amor es para siempre, pero por sobre todas las cosas me trae una brisa fresca de aire nuevo, con sabor a viejo y así, cada vez que te me apareces, puedo simplemente recordarte y sonreír contigo.

Entonces estas marcas que a fuego llevo conmigo, son una bendición, porque me regalan el brillo de tus ojos cuando arriba de la mesa había una coca cola, como la que ahora hay en mi mesa, con esas dos caras... la de un blanco agrediendo a un negro... Que graciosa marca, que epifanía, que buen octubre.

Gracias amor.


29 mayo, 2013

Soñé con Vos ¡!

" Jugaba con un niño en la peatonal... le alcanzaba una pelota (¿o era una cebolla?). El y su padre reían... yo seguía mi camino, pero estabas tú.

Es decir, tu caminabas, al igual que yo, y te reías al verme (me es tan fácil recordar tu sonrisa), nos acercábamos y no querías abrazarme porque tenía olor a cebolla en las manos (¿por que le pasaba una cebolla a ese niño?).

Al final te convencías con tal de que no te tocara el pelo y me abrazabas, y te abrazaba. y volvíamos a reírnos... "

...........


Así desperté, con esa sensación cálida de tu abrazo, tal vez hasta con tu perfume, no estoy seguro... Me costo levantarme y escribir esto, pero no solo porque no quería perder ese calorcito de tu abrazo, sino porque ese abrazo de sueño me recordó a otros abrazos, pero más me recordó lo mucho que hace que no nos abrazamos, y tu risa me recordó que hace mucho que no reímos juntos.

Y mientras me ponía los lentes sonó la alarma del celular, (se que dirías que "no puedo tener una alarma tan bala"), y esa canción me llevó hasta nuestro Mc Donalls, y al dj depresivo que se ponía a pincharnos un poco mas la vida cada vez que nos sentábamos ahí, a soñar con la máquina de cortar boludos y otras cosas menos violentas pero igual de grises de nuestras historias, que de alguna manera siempre fueron de la mano...

De la mano, ¿cuánto hace que no caminamos de la mano? ¿que no nos paramos en el medio de la calle a bailar? ¿o  fingimos que soy tu amigo gay mientras te compras ropa? y así nos reímos de todo (y de todos) y muchas veces de nosotros...

Extraño que vos te parezcas mas a papá y yo mas mamá... no porque me deje de parecer, sino porque no es lo mismo mentir solo... no hay con quien reírse y vos viste que esto de la vida, reírse es súper importante. (todavía no puedo creer que te escribí una carta para tu confirmación)

Como te extraño... No me había dado cuenta, pero que mucho te extraño.

¿por qué ahora? no lo se, nunca fui bueno con estas cosas, solo se que esto siento y que me tira para abajo saber que todavía te debo una llamada, un paseo en el bondi chiquitito con el chófer que no me deja en el puente olive, que no conoces la casa nueva, o que podríamos compartir un cigarrillo en el patio, una de estas tardes...

Y entonces cuando esto que escribo se empieza a poner triste, veo un rollo de servilletas medio vacío en el placar y me empiezo a reír de nuevo (prácticamente todo lo relacionado con vos es risas).

¿Era a tus 28 o a mis 28?... tengo esa duda de nuevo.

Pienso que podría haber puesto un simple "TE EXTRAÑO" en tu muro, pero así es mas yo... y es mas vos... Y le podría una foto nuestra, pero se que no hace falta... no me preguntes por qué (que nadie pregunte) pero también sé, que sabes perfectamente qué canción de sabina estoy escuchando ahora...

Te abrazo, (aunque hoy sea solo en sueños) por todos los abrazos que te debo y por los que espero dejar de deberte pronto.

Con todo mi amor!

F.F


28 mayo, 2013

Esperanza.

Perder la esperanza, después de todo, no es tan grave como se cree. O al menos no es tan grave como yo creía.

Las creencias suelen tener una raíz, que en nosotros se generan por los mas diversos motivos, en nuestros primeros años, cuando como esponjas absorbemos todo en cuanto sucede a nuestro alrededor. Por ese entonces, tenía un poco mas de pelo que hoy (no mucho mas), hablaba un poco menos, y escuchaba mucho mas. Tal vez esa fue la tierra en la que ese miedo a la perdida de esperanza fue sembrado. Es que escuchar, nos abre a conocer, es decir, a poder ver mas de lo que las palabras dicen, pero a mi corta edad, escuchar era mas bien un automatismo que una acción consciente, por lo tanto, las palabras entraban a raudales en mi aún blanda cabeza y se acomodaban donde les era conveniente.

Así la comunicación, me mostró desde un principio la mas vil de sus falencias, nadie tiene en cuenta al oyente. Todos hablamos (o escribimos, en mi caso) procurando comunicar algo, de la mejor manera posible, pero no nos tomamos ni-si-quiera un minuto antes de poner en marcha nuestra voz para considerar al oyente.
Considerarlo no es mas ni menos que tratar de ponernos en sus zapatos, o mejor dicho, en sus oídos, para al menos así comprender cómo va a recibir ese mensaje que tanto anhelamos comunicar.

Pero no voy a escribir sobre métodos correctos de comunicación, simplemente voy a decir que nadie, bajo ninguna circunstancia, se detuvo a considerar si ese enano gordito de ojos grandes y redondos sabía si quiera de lo que le estaban hablando. "Lo último que se pierde es la esperanza" dijo una voz, y luego otra lo repitió, en la radio, en la tele, en los libros, cada vez que algo sucedía en casa, etc. Pero nadie consideró explicarme qué era la esperanza que todos se afanaban por perder al final.

Así, falto de conocimiento, tome el significado literal de aquella frase, y atesoré la esperanza con la convicción de que, en caso de perder todo a ella debería perderla al final.

Entonces pasaron los años y también comencé a repetir esa frase, porque si era importantes para tantos lo era también para mi. Así de la tierra fecunda en la mente de un niño, una frase que juega a ser semilla se vuelve un árbol fuerte que aunque no da frutos ni sombra , está ahí y hay que cuidarlo porque está en todos... Y así 25 años, tres meses y 11 horas.

10:45 horas en realidad, porque llevo unos 15' escribiendo.

Todo ese tiempo, todas esas repeticiones para descubrir hoy que esa "esperanza" que atesoro no es mas que un término vacío en el cual nunca me detuve a pensar.

Entonces, mientras se enfriaba mi café y el mozo preguntaba si necesito algo mas, cierro los ojos y hacia adentro veo que debo darle mi significado a esta palabra, pues no encontré ninguno con gustito a  real en ningún diccionario (gracias google).

Entonces observándome comprendo, mas o menos, que esperanza es esto. Es seguir sentado en este café, donde solíamos sentarnos todos los Martes, para besarnos y para que comieras algo antes de entrar a cursar. Es decir, no es otra cosa que esperar (esperanza del latín Spet, de aquel que espera) a que entres por esa puerta, me sonrías, le hagas al mozo la misma seña y te sientes del otro lado de la mesa solo para quejarte de que estamos muy lejos y así lograr que mueva mi silla junto a la tuya.

Han pasado 3 años ya, y eso es lo que me mantiene aquí todos los martes de 9 a 10 de la mañana, ese hasta  hoy incomprendido temor a perder la esperanza antes de tiempo.

Pero ahora, mientras pido la cuenta, bebo un sorbo de soda y guardo mi libro y me sonrío, entiendo que perderla no es en verdad tan terrible. Al menos en esto, perder la esperanza sería dejar de esperarte, lo que simplemente me llevaría a dormir una hora mas y a no llegar 15 minutos tarde al trabajo todos los martes. Para nada malo.

Pero no me reprocho, me tome mis 25 años entender que era la esperanza pero valió la pena, al menos ahora hay un espacio en mi jardín, donde antes había un viejo árbol, en el cual pueden crecer algunas flores, o no, eso lo sabré en la primavera.

Entonces pago la cuenta, guardo mi cuaderno y saludo desde la puerta al mozo, que me sonríe de una manera distinta. Seguramente él, que me conoce y te conoce (y nos conoció juntos) se alegra de que halla perdido la esperanza, aunque venda un café menos todos los martes, entonces si le sumo su sonrisa, esta perdida de esperanza se vuelve algo positivo.





"Lo último que se pierde es la esperanza"...

Tal vez si la perdiéramos antes sería mas simple, aunque para los dueños de los cafés no va  a ser un buen negocio.



22 mayo, 2013

white flag.

-¿Por qué no te rindes? - le dijo esa voz tan familiar.
-¿Rendirme? - le respondió sonriendo, moriré con mi último aliento puesto en esta pelea.
-Pero no puedes ganar esta batalla
-Ya lo se, pero de todos modos será una experiencia interesante
-¿Tanto es que deseas morir?
-¿Morir? claro que no, deseo vivir. Por eso es que incluso muriendo vale la pena el intento.


20 mayo, 2013

¿Qué fue de la dulzura de tu voz?

No puedo evitar preguntarme Qué fue de la dulzura de tu voz. Es que me tiene un tanto confundido, sorprendido y hasta podría decir, que me tiene lleno de tristeza.

Si, hace tiempo que no te escucho, pero, ese algo de ti que resuena en los sueño que sueño contigo, ha perdido su ternura, su magia... ha perdido tu color. ¿Habrá sido tan crudo aquel invierno que hoy lo que creo recordar no es mas que un espacio congelado, gélido y duro, acurrucado, (o escondido tal vez) en algún oscuro rincón de tu memoria?

¿Qué fue de la dulzura con que hablabas?, si tu Dios sabe mejor que yo, que hasta enfadada los insultos se disolvían, transformando los gritos en caricias y los reclamos en confesiones de amor.

Tal vez has muerto, al menos eso tendría sentido. Al menos tu muerte y la tristeza de saberte ya sin vida serían una buena explicación para los inmensos esfuerzos que debo hacer cada vez que quiero recordarte.

Porque desde que la dulzura se fue de ti, aquella que eras, y que tal vez solo vive en mis recuerdos, lejos de ser la reina de copas que se contorneaba en cada uno de los cuadros de mi historia, es apenas una difusa y pálida imagen, que sostiene un porta sahumerios que algún hippie te regalara después de enamorarse de tus ojos, mientras me cuenta el mucho frío que pasa en su casa, o  presume de sus botas grises, o me regaña porque los mellizos deben ser rubios.
Pero cada vez me cuesta mas evocarte, cada vez requiere mas y mas de mi memoria y por momentos me descubro mezclando recuerdos, aromas y matices, porque es tan débil esa imagen, que sostenerla un par de minutos se ha vuelto casi imposible.

¿Qué fue de la dulzura de tu voz? ¿qué pájaro maldito apago en su aletear esa hoguera de ternura que eras ante todas las cosas de la vida? ¿qué fue de la dulzura de tu voz?.

Tal vez me conforme con eso de que has muerto, no tu, es decir, no la que eres, si no la que fuiste, es decir, la que recuerdo y que ya no eres, o que has decidido ocultar, solo tu puedes saberlo
.
Pero de ser así, si es que ella a muerto, puede que al mundo que conozco no le queden mas razones verdaderas del amor, y que deba al fin reconocer que los horrores que me acechan desde niño han ganado, pese a todo, esta batalla.

Deberé entonces volver a casa, encender un par de velas negras, colocar unos jazmines secos en el fuego y en un solemne acto de rendición, de angustia (y ciertamente de cobardía), enterrar esa esperanza que guardo en mi alma... Esa esperanza de que el Amor, ESE AMOR, tu amor, sería capaz de reponerse ante todo y que eso bastaría para demostrarle al mundo (al mio) que sin importar cuan dura fueran las pruebas siempre un corazón como el tuyo podría salir adelante... Pero algo le ha sucedido a la dulzura de tu voz, tal vez tu también perdiste aquella batalla.

Está decidido...

Sera un velorio con honores, con ofrendas, silencioso y cubierto de humo de tabaco.

Honores que rendiré al mas respetable corazón que he conocido, ofrendas para agradecerte... Silencio, porque no habrá palabras que que puedan describir ese momento Y tabaco para que en el humo de cada pitada, aquella que fuiste y que aún conservo, se disuelva poco a poco... y así me rendiré, una Tierra rítmica después...y entonces todo (o casi todo) estará perdido

13 mayo, 2013

Descolorido.


Tan cerca me paso el amor… ese amor… tan cerca.

Decir que no pude verlo, es una mala (aunque tal vez válida) excusa, una pantalla, para evitar reconocer que no quise verlo. No por no querer ver al mor, sino porque, de tanto hablar de las cornisas de la vida, de las desventuras del corazón, de lo importante que es saltar desde lugares bien altos… de tanto hablar, no fui más que eso, palabras.

Y a pesar de que el amor gritó tan fuerte, y al perfume de su cabeza en mi hombro, nuestro sueño desordenado en la alfombra, dos tazas casis vacías de te… aquella noche, el frío... Lo siento… no fui capaz de vencerme, no supe vestir esos colores… y me despinté, como un lienzo olvidado al sol, a la lluvia, al viento…

Que irónico sentir todo esto una primavera después… colores que no fui, besos que no di, miedos que defendí, felicidad que me negué y te negué, miedos, cartas que no envío…solo eso. 

Que triste que por mi miedo hoy solo seamos un reflejo, en alguna lluvia de verano... alguna charla por correo, algún espacio vacío en el colchón, alguna coincidencia maya... y fuera de eso, nada mas.

Y las fotos… hablar de nuestras fotos… de nuestra foto, en singular, pues solo hay una…  entre el arte y dos sonrisas, cuando aún era capaz de recorrer el mundo de tu mano, cuando aún no me sabía tan vacío, ni tan cobarde, ni tan descolorido, cuando aún hablábamos el mismo idioma… cuando aún estabas cerca, cuando aún no escribía estas palabras.

08 mayo, 2013

¿Qué es la Distancia?


Hoy no puedo evitar preguntarme ¿qué es la distancia?

Si es algo que fue… Habrán sido esos dos colectivos de mi casa hasta tu casa, o esas clases de tango que no tomamos, o esos viajes que no hicimos, o eso regalos que nunca nos dimos…

Si es algo que es… Será distancia que yo esté aquí, frente a este teclado, y tu sabrá Dios donde, tal vez llegando a casa del trabajo, tal vez despertando, tal vez soñando, tal vez con él.

O será esa única foto que no debimos tomarnos, perdida por la web, será una canción que te sigue nombrando, serán mis miedos. O serán esos 9 dígitos que no me atrevo a marcar, o ese @hotmail.com que nunca me ha vuelto a escribir.

Será acaso ese apodo o ese tango, “milonguita”, o ese tango que no puedo escuchar ya sin nombrarte, sin llamarte, o será lo poco que se de ti, lo mucho que te extraño, lo poco que puedo decir al respecto.

Será, tal vez, que la distancia no es más que un juego… que nos pone en un tablero, a cuatro dados de por medio, en un azar que en su buen tino va a llevarnos a encontrarnos nuevamente en esa parada del trole, o en ese boliche, o en ese banco de plaza… o que, si ese azar no amanece de buenas conmigo, me llevará a esa parada de trole, a ese boliche y a ese banco de plaza, pero tú no vas a estar ahí.

Tal vez la distancia es esto… que no logra separarnos ni un poco... Tal vez solo es el nombre que le damos a ese algo que, a pesar de donde estés y de donde estoy, (y de donde está el), te trae a mí, te sienta aquí, o me lleva contigo.

O quizás decir Distancia, por decir, es solo una excusa en este Miércoles que, un sueño y un mate después, utilizo para poder escribir, y escribirte, y conformarme (que no es poco) con la posibilidad de que, al quedarte sin vidas en el Candy Crush, harás tiempo buscando canciones y entonces una  brisa (o Marta Sánchez) te traerá hasta aquí… y entonces te pondrás a leer y así acortarás la distancia.


Primer amor de mi vida, distancia,
 que cantidad de recuerdos. 
Primer poema del alma, distancia.. 
que se ha quedado en silencio...

Perdido.

Unos cuantos pasos después lo noté. Tantos años han pasado desde la última vez que esto me sucedió, tantas lagrimas desde ese último día de Diciembre, tantos besos desde ese último beso.

Desde aquel entonces no había vuelto a perderme, no así, no de esta manera. Tal vez la Oscura luna en su simulacro de ausencia ayuda a desorientarme, o tal vez sea el humo del cigarrillo que se consume en mi mano, o tal vez... tal vez simplemente te extrañe, y entonces salí a buscarte, y entonces volvía perderme...

Me siento para aclarar el panorama, o solo para liar otro cigarrillo, pero este banco de cemento está demasiado frío para permanecer aquí... este banco de cemento...

Este banco de cemento!! malditos 15 minutos, no estoy perdido.

Pero no me conforta...¿por qué me traje hasta aquí?...¿por qué esta noche?.

Me duele la cabeza... ¿o es el pecho?... ¿o es el alma?...¿o eres tú?

¿Es que acaso tu me dueles? aún tan lejos, ¿es que ese tema que se repite en la lista aleatoria de mi celular sigue teniendo tu perfume?...


Esa canción, tus ojos empapados... comienza a lloviznar (¿o lloviznaba aquella tarde?) y tu y yo y este banco de cemento....

http://vamosdinuevo.blogspot.com.ar/2010/03/un-nuevo-crimen.html

Ese crimen... eso me trajo hasta aquí... que gris recuerdo.

Detestaba tanto verte fumar, y hoy vengo aquí a fumar contigo...va... con tu recuerdo. Con lo que aún recuerdo de ti.

¿Será demasiado tarde ya para...?

Cuanto lo siento corazón, cuanto lo siento... Volvamos a casa, no se si es demasiado tarde para salir a buscarla, corazón, comenzaremos por escribir ¿quieres?... volvamos a casa.