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29 diciembre, 2015

Vicio del alma

Hemos pasado mucho tiempo alejados, este extraño vicio y yo. Encontrarnos nuevamente es una alegría, un morir de miedos inminente, un silencio, una agonía.

Vamos a llenar algunos vasos de historias juntos, vamos a vaciarnos de dolores y mentiras. Y en el proceso, aprenderemos a encontrarnos el uno en el otro, como lo hicimos aquella primera vez, en esas gastadas servilletas de cocina.

Voy a aprender de mí y tu aprenderás a hacer tu camino en estas manos, que serán el vehículo de la unión, casi perfecta, de lo que siento y lo que sos.

Amarte, vicio, es tener esta necesidad insaciable de hacerte ente mis dedos, de saborear en cada palabra, de crear y de vivir, en tus trazos, otros mundos, otros sueños.

Por algo Dios nos puso juntos, tal vez sea un don, una llamada, no lo se. Pero si hay algo que descubrir en este corto viaje que compartimos, solo vamos a poder descubrirlo juntos!

Isla

Hay un mar de miedos
entre la primera
y la última palabra.

En el medio estás tú
imaginaria isla flotante,
salvación del naufrago,
calor dulce de verano,
esperanza del amor.

Cómo llegar a ti
es la primera incógnita
el primer desafío.

Es largo el primer tramo
y la falta de experiencia
puede ser fatal,
nace el cansancio
la agitación y el desgano,
pero apareces,
costa firme y segura,
metros mas adelante
valen la pena seguir,
ya casi te encuentro.

Llega mi  mano a tu orilla,
tu sol me abraza dulcemente,
tus árboles me dan sombra,
fruto y descanso.

Cómo salir de ti
es la segunda pregunta,
el verdadero desafío.

Cómo convencer
a todas mis partes
de abandonar
el cobijo de tu abrazo
el calor de tu mirada,
para volver al frió
y a la incertidumbre
de si podré llegar,
o no, hasta el otro lado

Hay que estar completamente loco,
me digo,
para no quedarse en ti
y animarse a saltar
sin pensarlo muchas veces
solo con la esperanza
de llegar al otro lado
y encontrarte nuevamente.





Solo eso

Hay un augurio de espanto
Un árbol seco
Una mariposa gris
Y un puñado de excusas

para no verte
un deseo obscuro de dormir
y congelar el patio y la hamaca
de un suspiro, para siempre.

será el miedo, o la falta de certezas. Será tal vez la magia de reconocer que mientras escribo, ni una sola de las palabras que escribo me pertenece realmente.

Asociaciones, por método, por rima, quien sabe si por sabor acaso, una tras otra van apareciendo frente a mi. Mis dedos se mueven solo en el teclado y mi función cognitiva se limita solo a poner los puntos y las comas, que son por demás, lo único irreal en esto que escribo.

Cómo puedo ver a que me debo, si debo desde el aire que respiro hasta las células que se alimentan d el. Una deuda con lo alto, con los átomos que componen a mis padres y con las redes neuronales que transmiten a mis dedos, sin cesar, de manera prácticamente automática, cada una de las palabras que aparecen frente a mi.

Un silencio que me es imposible encontrar, una duda que no logro sostener...¿qué soy en realidad? ¿qué hay detrás de todo este teatro de emociones y letras, de palabras y versos,? ¿qué manda en mi corazón? ¿qué me gobierna?

Solo eso, ¿es solo eso? un algo desconocido, gobernado por un algo desconocido... es solo eso, somos solo eso.

Vamos di nuevo

Quiero volver
a lo que sea que dejé,
fantasmas y sueños,
dragones y guerras.

Quiero volver
a cocinar palabras,
a dibujarme el corazón
en cada verso.

quiero volver
a ser canción,
a ser silencio,
a ser perdón.

Quiero volver
a lo que nunca fui,
es decir volver
a comenzar de nuevo.